La reflexión de Héctor Manrique en ChataingTV

A la etapa venezolana de  Hugo Rafael Chávez, hay demasiadas cosas que tengo en mi alma guardadas como reproches y cuando puedo lo expreso. Especialmente haber malgastado tiempo y recursos multimillonarios, que nos hubiesen podido  convertir en uno de los mejores países del mundo .
En la etapa de Nicolás Maduro al frente del régimen, tengo un asco que me recubre piel y alma, por sus brutales represiones, por sus muertos venezolanos, y me importa nada, de que lado los ubique la politiquería.
Siento una profunda vergüenza como ser humano, cuando leo o escucho a cualquiera, sea ciudadano, dirigente, y más siendo el presidente de Venezuela, cuando se cataloga:
Muerto de oposición o muerto del oficialísmo .
¡Cómo si ya no tuviésemos suficientes muertos, con los cientos que se cobra el hampa desatada en Venezuela, cada semana!
Son venezolanos MENOS, son familias de luto, es sangre derramada absurda e injustamente.

En las dos etapas que encierra esta continuación de despropósitos, sí algo me asombra y me aterroriza, es la división entre Venezolanos.
15 años escuchando las etiquetas: fascista, patriota , derecha, revolucionario, chavista, burgués, escuálido ...
Y al fondo de todos estos calificativos, la veja división entre gente de izquierda y gente de derecha.
División trasnochada,  convenientemente usada y muy trabajada a nivel internacional y nacional, para etiquetar al hombre y alejarlo de la única etiqueta, que debería perfeccionar día a día a fin de ser obrador y participe de un mejor mundo : SER HUMANO

La poeta polca Wislava Szymborska, solía decir en entrevistas:
"Cero ‘ismos’! No deberíamos someternos jamás a las ideas del grupo.
No se puede ser ese insecto clavado en un corcho con una agujita y una etiqueta debajo. Es mejor poder seguir volando"
"Al principio, yo admiraba el sistema comunista y escribía poemas de realismo social. Pensaba sinceramente que era una forma de liberar a la gente, había vivido la ocupación nazi, el odio en todo su esplendor, y sentía que era necesario todo lo contrario: amar mucho a la gente, y el comunismo significaba eso, un gran amor hacia todos, sin distinciones de ningún tipo.
Después entendí que a la humanidad no había que amarla, en absoluto, ¡no se lo merece!
Hay que apreciar y sentir lo que le sucede a la gente, experimentar empatía hacia ellos, y con eso basta. Por desgracia, de esos grandes amores a la humanidad siempre surgen las peores cosas, auténticos infiernos.”

Hoy vi el vídeo de un conocido actor y director venezolano: La reflexión de Héctor Manrique en ChataingTV
Y lo escuchaba y recordaba, las veces que he dejado en comentarios en blogs, las veces que he repetido a familia y amigos, el pensamiento del la poeta Nobel en Literatura.
Hector Manrique deja en el vídeo, su reflexión, sobre esas viejas y trasnochadas etiquetas, en cuyo nombre en la historia, se han sucedido tantos despropósitos.
Y hoy siento en sus palabras, mi pensamiento y mi corazón. Y  me enorgullece como mujer, como ser humano y como venezolana, guardarlo aquí, en mi espacio de poesías y sueños.


)