APÁGAME LA VELA MARÍA Y VENEZUELA

En mis buenos mozos tiempos, las orquestas reinas de fiestas en Venezuela eran Los Billo´s Caracas Boys y los Melódicos
En grandes salas  se le sacaba "brillo a la hebilla" bailando muy acarameladamente un bolero o se quebraba la cintura a punta de ritmos y estribillos que recorrían con frenesís, el cuerpo desde los pies a la cabeza.
El filólogo historiador y folclorista español Don Ramón Menéndez Pidal,  señaló en uno de sus ensayos "poesía o canción popular, es toda aquella que tiene méritos especiales para agradar a todos en general; para ser repetida mucho y perdurar en el gusto público bastante tiempo".
Sin lugar a ninguna duda, en la mente de los venezolanos de mi generación, una de las canciones  que tiene sitio de honor bien ganado como canción popular es: Apágame La Vela María 
Y muchos guardamos la mordida de su estribillo  en la memoria, rezando no tan santamente y sí con mucha picardía eso de...

"Una vieja me dijo
te tienen mecha prendía
Unos la prenden de noche
Otros la prenden de día
Apágame la vela Maria
Apágame la vela Maria

Hoy vuelvo a recordar aquellos apagones de energía en divertidas fiestas. 
Pero también hoy, en mí resuena la voz del heredero del difunto Comandante Supremo Hugo Rafael Chávez, con su versión apagadora de fuego nada musical: 
¡Candelita que se prenda, candelita que se apaga!
Nicolás Maduro pidió a sus paramilitares conocidos como Colectivos Bolivarianos, apagar las candelitas de un sector de la oposición que se deshace de todos sus cachivaches viejos, armando barricadas - guarimbas- a fin de expresar disconformidad y de alguna manera sentir protección ante los desmanes del régimen en estos días.
Los colectivos salieron cual bomberos a cumplir con el mandato del heredero y ya, a  pocos días de la solicitud patriótica, van tres muertos más y seguimos sumando sangre derramada de venezolanos.

Las guarrimbas pueden ser una manera más de protestar y hay quienes se sienten protegidos   atrincherados en ellas 
También pueden ser un modo de seguir la conseja Feng Shui, que dice que lo viejo y lo roto perturba las energías de hogar y hay que salir de todo ello, resultándome difícil  imaginar más honroso destino, que el ser usado como derecho al grito de auxilio.
Pero  en lo que se han convertido, es en blanco perfecto, para que la roja rojita energía de los violentos Colectivos Bolivarianos, que no son ni más ni menos que la exportación del régimen cubano de sus Comandos de Respuesta Rápida, se vuelque con armas, odio y el apoyo de la Guardia Nacional Bolivariana, sobre los vecinos.
En esta Venezuela de censura en la que nos mantenemos pegados a la Red volando de sobresalto en sobresalto con el pajarito azul de Twitter o conectados a través de teléfonos inteligentes a cuanta plataforma existe, también el gobierno se ha vuelto muy moderno.
Ahora la Guardia Nacional Bolivariana, previa visita de los Colectivos Bolivarianos, allana feroz los hogares detrás o a los alrededores de las guarimbas. Y ante el requisito democrático de la respectiva orden judicial, la respuesta es que las ordenes ahora son vía teléfono; ¡y no hay derecho a pataleo¡

La máscara con la que el régimen chavista se ha querido vender ante los venezolanos y el mundo como gobierno democrático sustentado en elecciones ganadas y usando la muletilla  trillada de que las manifestaciones de los ciudadanos son un intento de golpe de Estado, se cae a pedazos cada día más aceleradamente; pero perder la paciencia y caer en su  juego violento y muy conveniente, es una especie de suicidio colectivo.

Hitler también jugó a la democracia participando en elecciones parlamentarias. Supo con maña desde dentro romper el verdadero Estado democrático, manipulando sin ningún reparo el poder y sus recursos legales e ilegales. Gracias al famoso incendio del Reichstag, cargado injustamente a los comunistas, se anularon temporalmente derechos consagrados en la Constitución. Se cercenó libertad de prensa, de expresión, de reunión y la privacidad de las comunicaciones. Mas de cuatro mil comunistas fueron arrestados, así como un número importante de socialdemócratas, y todos sabemos como continió la historia.
Cuando el poder tiene genoma dictatorial las historias se repiten con etiquetas a su conveniencia. Ideologías de Derecha o Izquierda,  son solo excusas para perpetuase en el poder y todas las autocracias, siguen el mismo viejo libreto.

Por eso creo fervientemente que hay que seguir en la calle con manifestaciones multitudinarias y pacificas, como las que se suceden en toda la geografía venezolana.
Pero juntos y a cielo abierto, con suficiente luz para que todos vean dentro y fuera de Venezuela, el espíritu democrático de las reivindicaciones que clama el país.
Pateando calle y gritando consignas que unen a los venezolanos, sin darle oportunidad al régimen de inventarse otro incendio de "Reichstag tropicalizado" y cargárselo a la oposición democrática deVenezuela. 

Las razones que unen a todos los venezolanos para querer un cambio de dirección en las políticas del régimen, son muchas más que las que cualquier ideología pueda separar. 
Además de la inflación, de la brutal escasez de productos básicos.  
La más desgarradora, que no perdona clase social ni filiación política, pero sin embargo hinca sus garras más hondo en sectores de clase popular:
En los que vamos de año, ya han muerto más de 2.800 venezolanos a manos del hampa común.