En la novela Coles y Reyes, el escritor americano O. Henry, inmortalizó el termino República Bananera. Expresión peyorativa que describe un país políticamente inestable, pobre y atrasado, cuya economía depende de unos pocos productos de escaso valor agregado y volcado en la corrupción.
Como todo en la vida está sujeto a la evolución, pienso que la expresión también ha evolucionado
No siempre el país es pobre. A veces es un país rico, con petróleo, oro, diamantes, bauxita, agua para ahogar sequías y generar más electricidad que la soñada, tierras fértiles suficientes para alimentar un continente y bellezas naturales para convertirse en un paraíso turístico.
Desde el Cuartel de la Montaña, el Comandante Eterno embalsamado, le habla a través de un pajarito a su heredero Maduro... Quien heredó las deudas, el despilfarro y la corrupción. Y heredó también los famosos amigos interesados ¡Y de qué se pegan, se pegan¡
Pero no todo es herencia, su incapacidad para gobernar y la represión brutal, contra quien no le diga amén a la revolución, es innata en él.
Cuando las Repúblicas son Rojas Rojitas, los amigos interesados usualmente pertenecen a esa clase selecta y conocida como “Le Gouche Caviar” y ninguna República Bananera que se precie, puede dejar de tener.
Algunos van de free-lance, otros entre idas y vueltas son notables vecinos por temporadas.
Los hay escritores como monsieur Ignacio Ramonnet, que previo pago de petroeuros, le ha dedicado sendos editoriales en Le Monde Diplomatique, y un libro al Comándante Eterno: Hugo Chavés. Mi Primera Vida.Conversaciones con Ignacio Ramonnet.
Y en gira promocional del libro suelta perlas de lo más pintorescas -después copiadas y repetidas por los ministros de turno- como las de que las colas para comprar alimentos, no son producto de haber acabado con la industria. Es que ahora los venezolanos comen tres veces al día y la falta de papel higiénico, es porque ahora ¡lo usamos!
Deduzco de esa declaración, que en el imaginario de Monsieur Ramonnet, millones de venezolanos antes de la Revolución Roja Rojita,se dedicaban a la poda de árboles y con sus hojas, se limpiaban los excedentes del proceso de la digestión.
Los hay cineastas como míster Oliver Stone. Su documental de una hora: Mi Amigo Hugo, además del consabido previo petrodolares,fue bendecido por lo que imagino es el máximo anhelo de un director de cine. ¡Qué su película sea vista y "escuchada” por todos!.
Mi Amigo Hugo, fue vista y escuchada, sin derecho a pataleo, al mejor estilo de República Bananera, gracias a la imposición de una cadena nacional, sobre todas las televisoras y... ¡estaciones de radio del país!
También los hubo-hoy convenientemente desmarcados en aras de captación de votos propios- los muy estudiados.
Venidos desde España y a través de Fundaciones y ONG´s y cobrando en buenos petroeuros, sus buenos oficios y su intelecto, apuntalaron a la Revolución Roja Rojita, a fin de hacer añicos el estado de derecho, la independencia de los poderes, el pluralismo y la libertad de expresión, amén de dejar bien cimentada su huellas en las expropiaciones, el control de cambio y todos los despropósitos que fueron minando el aparato productivo interno de Venezuela.
Eso sí, en el mientras, el intelectual grupo, como narra el escritor y periodista Manuel Malaver “sostenían conversación de haut niveau, siendo habitués en los templos de la gastronomía española que aun perdura en la bulliciosa avenida Solano de Caracas - Casa Urrutia, La Huerta, El Caserío- y donde, entre Buchanan eigteen, langosta de Los Roques y Albariño de temporada, las tardes eran, sencillamente, intemporales.”
Otros viven de las glorias pasadas en algún deporte y hoy día su mejor deporte, es vender esas pasadas glorias a muy buen precio:
El Pibe Maradona
Hincha ferviente de Hugo Chávez y de Fidel Castro. Lleva ambos nombres tatuados en su humanidad y muy agradecido por los petrodólares, visita con fervor el altar del Cuartel de La Montaña ¡Pero ni de vaina! se aloja en el barrio.
En venidas al país para conducir el programa futbolístico DE ZURDA , se instala a cuerpo de rey y con cargo al estado venezolano,en el lujoso Hotel Tamanaco.
Hoy de nuevo noticia el Pibe, porque algún mesonero indignado-imagino- mientras sacaba la cuenta de lo que le rinde su salario, le sacó copia a una factura de consumición, y así nos enteramos de sus refinados gustos.
Una botella de Champaña Moet&Chandon, incluyendo propina de Bs.200-de paso pichirre en propinas- nos costó el fervor de Bs.75.226,88.
¿Sueldo base en la Venezuela revolucionaria? Bs. 5.622,48
¡Qué vaina con esos amigos interesados ¡Qué de que se pegan, se pegan! a las Repúblicas Bananeras.
Gizela Rudek J