Su apuesta en tres tiempos.

Ayeres vivió andando y desandando caminos.
Tejió vivir con hilos que matizó la certeza y complicó la duda. Hubo lágrimas, risas, miedos, amores y desengaños. Cruzó quiebres opacos y más de un finale de brillos francos ilumino su camino. Su boca beso espejismo y alguno le arañó profundo el alma
Hoy, envuelta en mantilla de piel prestada, alienta su alma de vida con poesía y deseo. Desnuda de traición, danza frente a la mirada que espeja el amor y tiende lecho de entrega y albergue. Con pasos siempre descalzos de mínimos, recorre vías entre tropiezos y alzares. A veces marca su empeño, otras la suerte, y de llanto y risas, huella calzadas para no olvidar camino, cuando llame el retorno.
El mañana, lo ve enganchada de la arista del eterno incógnito que marcó su vida Y hasta que el destino no borre su mirada, continuará siempre sin exigüidades, archivando débitos y haberes, entre sueños que guarda su fiel luna en inventario Y así seguirá camino hasta el final que abraza el silencio.
Gizela Rudek J